NI MICHISMI NI FIMINISMI: IGUALDAD

No entiendo en qué estaban pensando esas personas que al movimiento que lucha a favor de la igualdad entre mujeres y hombres decidieran llamarlo “feminismo”. Por favor, añádele un poco de ironía a este texto antes de que el jugo gástrico empiece a decirte que quiere elevarse por tu garganta hasta acabar en el fondo de ¿una taza de wáter?, ¿una papelera?, ¿el cubo de la ropa sucia?, ¿una copa de vino? No sé qué tienes en estos momentos junto a ti en el caso de necesitar vaciar tu estómago ante la sensación equivocada que pueda darte este texto.

En fin, que me agota tener que corregir una y otra vez a las personas que aseguran ser unas revolucionarias porque no eligen el lado del machismo ni el del feminismo, entonces, ¿dónde están?, ¿en qué punto de la Tierra?, ¿necesitan un GPS para situarse? Quizá lo que quieren es que las mujeres tengan más derechos que los hombres, que sería la tercera opción, pero lo peor de todo es que a esta gente se le llena la boca con la palabra “IGUALDAD”. Pero, ¿sabes qué? La culpa es de los que creyeron que la sociedad era lo suficientemente inteligente como para asociar el término feminismo con la igualdad. ¿A quién se le ocurre semejante cosa? ¿En ningún momento han tenido en cuenta que se estaban dirigiendo a unos seres que usan botes de lejía en los que tiene que poner “no ingerir” para evitar que se la beban, y aún así, se la beben porque un tal Trump ha dicho que es un gran remedio contra la Covid-19? Enhorabuena, os habéis lucido. Y, si queréis más, puedo continuar.

 Lo habéis puesto muy difícil, estáis haciendo a la gente pensar, gente que ha pasado tardes enteras viendo El Diario de Patricia y creyéndose que, a través de una inyección, una mujer podía quedarse embaraza. Gente que basa sus sabios conocimientos en memes de Facebook o que no llega a saber que los actores de doblaje existen y que Julia Roberts no habla tantos idiomas como las adaptaciones nos hacen creer.

Así que ahora, gracias a vosotros, tenemos que gastar saliva constantemente para explicarles a personas que están en contra del feminismo y a favor de la igualdad, en qué consiste este movimiento.

En serio, ¿tan difícil era definir la lucha de las mujeres por el papel que le corresponde como “Igualismo”? ¿Por qué tuvisteis tan mala leche de querer hacer pensar a los demás? Os recuerdo que hay quien asegura que la Tierra es plana. ¿Esto no os dio pistas para entender que no se le pueden pedir peras al olmo, ni limones al cerezo? No avanzamos, y no avanzamos no porque la gente se sienta cómoda en una sociedad educada a partir de las normas del heteropatriarcado, en absoluto. No avanzamos por exigir más a la gente de hasta dónde puede llegar.

Así que nada, aquí seguimos, como profesor que lleva años y años diciéndoles a sus alumnos que tres más cuatro son siete, mientras que los estudiantes afirman que no, que mejor ocho, que es más igualitario y así se pueden formar parejas de forma sencilla. Porque, ya sabéis, una persona por sí misma solo es una media naranja y siempre necesitará a otra media para sentirse realizada y auténtica. Ejem, ejem, ironía de nuevo.

Sigamos luchando, incluso contra los pesados que nos van a hacer gastar litros de saliva y años de vida hasta que empiecen a medio entender en qué consiste pelear por lo que nos pertenece.